Zaragoza dispuso en época romana de un importante teatro. Durante siglos permanecieron sus ruinas ocultas por otras construcciones más modernas, hasta que finalmente se perdió su rastro. Fue a finales del siglos XX (hacia los años setenta) cuando unas obras para edificar una nueva construcción, encontraron los primeros vestigios en más de un milenio sobre este teatro. Tras una delicada y dilatada excavación arqueológica, finalmente fue sacado a la luz y se procedió a añadir una bonita techumbre protectora además de un museo anexo.
Fue construido en el siglo I (época de Tiberio) y llegó a tener una capacidad para 6.000 espectadores. Fue construido sobre un terreno llano, sin aprovechamiento de desniveles del terreno como en otros casos.
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